Eran las 6 de la tarde, salía de trabajar y estaba llegando a una boca de metro. En ese momento me abordó un chico, no tendría mas de 20 años, de rasgos magrebies y con un castellano escaso. Las primeras palabras que me esgrimió fueron "la vida es una puta tío", le pregunté que porque me decía eso y en ese momento se esbozaron lágrimas en sus ojos y me dijo con la voz entrecortada que se acababa de enterar que su único amigo en España había muerto por la mañana, trabajaba en la construcción, se cayó de un andamio, no tenía papeles, me comentó que había ido a recoger todas sus cosas para intentar mandárselas a su familia en su país pero ya no quedaba nada, sus compañeros de piso se habían apropiado de todo -a veces pienso que la mezquindad humana no tiene límites-, después de esta breve conversación me dijo "gracias por escucharme no tenía a nadie aquien decirselo" y se marchó. En ese momento no pude articular palabra, me dejó el cuerpo helado, asi me quedé parado sin poder andar, ni siquiera pude contestarle o darle ánimos.
Asi es la realidad cotidiana, gente que viene buscando labrarse un mejor futuro, abandonar a sus familias, su vida y venirse a España, gente que viene buscando como dice el título de mi blog "algo parecido a la felicidad" porque en estos tiempos tan inciertos, en esta sociedad hedonista e individualista, encontrar la felicidad es imposible, por eso nos aferramos en encontrar un sustituto y no tan efímero como es la felicidad propiamente dicha.
Por todas las personas que han caído por encontrar una vida mejor, por las personas anónimas que luchan diariamente contracorriente en un país que no es el suyo, mi más sincero homenaje
No aceptes lo habitual como cosa natural.
Porque en tiempos de desorden,
de confusión organizada,
de humanidad deshumanizada,
nada debe parecer natural.
Nada debe parecer imposible de cambiar.
-Bertolt Brecht-
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4 comentarios:
Vaya, mientras leía el relato me ha sobrevenido un escalofrío. A veces… iba a decir que la vida, pero supongo que sería más correcto decir que los hombres somos tan crueles, tan mezquinos, como comentabas tú. Los únicos recuerdos de una persona en este país robadas sin misericordia, sin importar si alguien podría quererlas para acordarse de él, por otras personas también desesperadas, con una esperanza por encontrar un futuro mejor en otro país truncada al darse cuenta de que… No era como lo esperaban. No era el país de las oportunidades, el de la felicidad como decías… Sino un país que los olvida, margina y deshumaniza un poco más.
Yo tampoco habría sabido reaccionar, me habría quedado paralizada, llorando interiormente ante la desesperanza.
... y se perdió en el anonimato del metro dejando atrás unas palabras que son capaces de descorazonar a cualquiera.
La vida sigue, un poco más tristes.
Saludos desde la Galicia más izquierdosa de la historia de la democracia.
qué asco de mundo y qué asco de gente. Y pensar que somos la envidia de otra pobre gente...
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