jueves, 14 de junio de 2007

Farrán Adriá


Recién reposado el café en mi mesa me dispongo a abrir el outlook plagado de mails, que de trabajo que horror!! pero hay uno distinto, II torneo de fogones 2007 reza el "Asunto", un concurso de cocina en el que participan los trabajador@s y que la anterior edición fue de torrijas, en esta ocasión toca demostrar las artes culinarias en la tortilla de patata, la pregunto a mi compañera si se va a presentar ya que es un excelente cocinera, me responde negativamente y me pregunta ¿y tú? ¿tú que tal te manejas en la cocina? tardé en contestarla porque me vino a la cabeza como se rien tod@s cuando preparo algo en las cenas de la cuadrilla, así que me armé de valor y la dije ya verás que tortillas hago (luego pensé detenidamente en menudo embolado me había metido)
Así que me fui al mercado de abastos y pensé, tiene que ser una tortilla distinta, contundente, 100% castellana así que tacháaan, tortilla de patatas con morcilla de León y jijas (que por cierto aquí en Madrid nadie las conoce por ese nombre, se llaman "picadillo de carne")
Bueno pues llegó el momento, yo, mano a mano con la vitrocerámica. La batalla final era contemplada por 6 huevos, aceite de oliva, 5 patatas, sal, jijas y morcilla, pero no fue fácil porque justo cuando acabo de pelar las patatas llaman a la puerta rubén y claudia (2 amigos que vivieron conmigo en Suecia y ahora viven en Madrid) con cena y diciendo ¡¡¡sorpresa!!! hoy invitamos nosotros, ufff, asi que en la micrococina nos juntamos 3 personas cocinando al mismo tiempo, Claudia, como buena mexicana haciendo patria con su guacamole y sus verduritas cortadas con destreza, Rubén con sus costillas y chorizo a la sidra, yo intentando que no se me pegue la patata, asi transcurrió la precena, entre empujones, manchas de comida por toda la casa, culines de sidra fresquita entre pausa y pausa y et voila!! momento de dar la vuelta a la tortilla, mierda!!! todos los platos son más pequeños que la sartén, me toca darla la vuelta con una bandeja, madre mía que miedo, sudores frios, pero sin embargo me alentaron los gritos de ánimo de mis amigos: "ya verás como se le cae todo" "si con lo soso que eres Fa ya verás como se te resbala"....pero no, perfecta.
suena el despertador, ducha rápida, desayuno rápido (hay algo en Madrid que no se haga así?, salgo de casa, media vuelta porque olvido la tortilla, llego al metro, 7:45 de la mañana, hora crítica, esfuerzos sobrehumanos para que nadie chafe a mi tortila, me pisan, me achuchan, me empujan...pero la tortilla sigue viva que es lo importante, es como una prolongación de mi mano, salimos del metro, la gente con prisas como siempre, hora de tomar las escaleras, que suerte no funcionan, llegué por fín al trabajo.
14:00, la gente espera con impaciencia la hora del concurso, 5 jurados 9 participantes, picoteos variados y llega la hora del veredicto: El ganador es.... Alberto, ¡¡coño!! han dicho Alberto? pregunto a mi compañera y me dice ¡¡pues claro tio!! y me dió un empujón para que saliese a recibir el premio, un coqueto delantal de comercio justo fabricado en Sri Lanka, es precioso como podeis ver en la foto, aunque en la foto me dieron uno de niño, pero luego el error fue subsanado porque debido a mi musculoso cuerpo me quedaba pequeño.
Gran ambiente de camadería, la verdad es que la calidad humana, la sencillez y el respeto en este trabajo son admirables, 100 personas trabajando por los mismos sueños no tiene precio y por supuesto...
"otra tortilla es posible"

2 comentarios:

Ernesto X. Paz dijo...

Ese Alberto. A ver cuando nos demuestras ese arte culinario. No falla cuando vaya a Madrid que me invites a esa tortillita,jaja.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

no soy tan osada de pretender que me invites a tortilla, solo espero verte y que por lo menos me saludes!!jajaja