miércoles, 25 de julio de 2007

Las pequeñas memorias

Viajaba a mi lado en el tren desde Palencia a Madrid y me encantaba como iba describiendo los parajes de Castilla con una mirada tierna y bucólica, aquella tierra que recordaba de su niñez y adolescencia hasta que a los 14 años tuvo que emigrar de Palencia a andalucía.
tenía 80 años y me dijo que ya podía morir tranquila, que ya había cumplido su promesa, le pregunté cual era su promesa, me contestó que su deseo era despedirse la tierra que la vió nacer , me estuvo comentando las sensaciones que la produjo volver a pisar suelo castellano, de como había cambiado la estructura de la ciudad pero no en su esencia, de la sencilez de sus calles, de su luz y sempiterno cielo abierto.
Me pregunté que sentiría al saber que sería mi última oportunidad de vivir en la ciudad donde me nacieron, creo que recorrería todas sus entrañas sin dejar escapar ni un sólo recobeco, recordando con infinita nostalgia todas las vivencias ocurridas en cada uno de aquellos sitios tan entrañables para mí, creo que a la hora de morir me gustaría que mis cenizas descansasen al lado de una encina en el Monte el viejo al cobijo de su sombra.
Una sencilla y emotiva historia que me hizo recordar una entrevista que hicieron a Saramago cuando le preguntaron por sus abuelos en relación a su última novela que me emocionó, un pequeño brindis por la humanidad y por la gente que valora la ternura:

No todos tenemos un abuelo que cuando se iba a marchar a Lisboa para morirse pasó antes por su huerta para despedirse de sus árboles. Si olvidas algo como eso eres un idiota. Si no te alimentas de eso te estás perdiendo algo. Eran tan tiernos... Ponían los cerditos en la cama con ellos cuando estaban enfermos para que no se murieran. Tres o cuatro a la vez, debajo de la misma manta que ellos utilizaban. Con ese pasado, algo tenía que pasar.
-José Saramago-

2 comentarios:

Elisa dijo...

¿Qué haría yo si supiera que es mi última oportunidad de estar en Palencia? Creo que lo mismo que tú, patear la ciudad: pasear por la calle mayor junto a todos los abuelos por la mañana, tomar el vermú con alguna tapa con los amigos, sentarme en la hierba del parque de San Juanillo con los amigos mientras comemos gusanitos, pasear por la catedral y llegar a Puentecillas cuando anochece. Sentarme en el puente y ver el atardecer; sentarme en la terraza del Jimmy mientras nos tomamos tranquilamente unas cañas, ir al Auténtico, Utopía y Universonoro; y acabar en el 38. Salir y pasear por las calles solitarias de la ciudad, para despedirme mientras amanece el nuevo día.

Pi dijo...

Y hacer fotos de todo... Por cierto, si sales en una foto, la dirección del album es: http://picasaweb.google.com/pivalpe/BienvenidaYDespedida?authkey=llZOgxMlhM8
Hay que poner todo, hasta lo que hay despues del igual, hasta el 8...